Las ballenas, delfines y marsopas se conocen colectivamente como cetáceos, palabra que deriva del latín cetus (gran animal marino) y del griego ketus (monstruo marino).
El grupo abarca una gran variedad de formas y tamaños, desde los pequeños delfines que superan escasamente el metro, hasta el rorcual azul que mide 25 m.
Algunos cetáceos son largos y delgados, otros son cortos y rechonchos. Unos tienen una aleta dorsal enorme, mientras que otros carecen totalmente de ésta. Mientras algunos son muy llamativos y de colores brillantes,otros son difíciles de observar. Viven en todos los océanos y muchos ríos principales del planeta, desde las aguas cálidas del ecuador a las aguas frías de los polos.
Los cetáceos siguen dietas muy diferentes en función del tamaño,la presencia o ausencia de dientes. La mayor parte se alimenta de bancos de peces y krill y una minoría se alimenta de pulpo, moluscos, cangrejos...
Derivan seguramente de mamíferos terrestres con pelo y cuatro patas. Tienen sangre caliente, respiran aire atmosférico y dan a luz a sus pequeños ya formados.
Hay dos tipos principales de cetáceos:
- Odontocetos: poseen dientes. Pertenecen a este grupo los narvales, las belugas, los delfines, las marsopas, los cachalotes y los zifios.
- Misticetos: poseen barbas, cientos de láminas tipo púas las cuales cuelgan de su mandíbula superior. Se superponen dentro de la boca y tienen unas cerdas rígidas que forman un tamiz para filtrar la comida del agua de mar. En este grupo encontramos las ballenas.
La mayor parte de cetáceos tienen colores y dibujos distintivos en el cuerpo que pueden variar entre ejemplares de la misma especie. Ambos sexos son algo diferentes, los individuos pueden cambiar de color con la edad y puede haber muchas variaciones geográficas. Ejemplares de la misma edad, sexo y población pueden incluso tener un aspecto distinto.
Este grupo de mamíferos poseen unos orificios externos a los canales nasales que son los aventadores, algo así como nuestros orificios nasales. Están situados en la parte superior de la cabeza o cerca de ella, su forma y localización exacta varía según la especie. Unos músculos potentes cierran los aventadores antes de que el animal se sumerja dentro del agua. Los cetáceos son incapaces de respirar a través de la boca pues la tráquea y el esófago están completamente separados.
Comportamiento:
Las ballenas, delfines y algunas marsopas suelen lanzarse algunas veces al aire con la cabeza en primer lugar, para caer luego al agua con un gran estruendo. Son sin duda su actividad superficial más llamativa. Estos siguen siendo algo misterioso, aunque existen numerosas explicaciones posibles: puede tratarse de un comprotamiento de cortejo, una forma de señalización, una forma de reunir peces o desalojar parásitos, una muestra de fuerza o poder, o simplemente algo divertido. De hecho, puede presentar varias de éstas funciones a la vez.
Cuando algunas ballenas y delfines inician una "inmersión profunda", elevan sus colas en el aire para darse así impulso y poder introducirse en el agua con un ángulo mayor, lo que permite una inmersión más profunda.
Una de las mejores formas de localizar ballenas grandes en el mar abierto es su soplo. El soplo es un resultado de la respiración del cetáceo: una exhalación explosiva seguida inmediatamente de una inhalación, lo que produce una nube de gotitas de agua sobre la cabeza del animal cuando respira. Nadie sabe con exactitud por qué los soplos de las ballenas son tan visibles. Muchos cetáceos pequeños tienen un soplo reducido y corto, pocas veces visible y rara mente distintivo.
Los cetáceos son animales que disfrutan frotando sus hocicos o incluso su cuerpo contra los cascos de las embarcaciones paradas o contra los guijarros en unas zonas de aguas poco profundas cerca de la costa.
Muchos cetáceos sacan esporádicamente sus cabezas por encima de la superficie del agua, tal vez para mirar alrededor.
Para muchos delfines y otras especies de cetáceos, el nadar en las estelas de espumas que dejan los barcos es su pasatiempo favorito. Se deslizan por las olas, voltean, nadan boca arriba y, muchas veces realizan movimientos acrobáticos.
La mayor parte de ballenas, delfines y marsopas son capaces de hacerse una idea de los alrededores gracias a la ayuda del sonido. Emiten sonidos y éstos se reflejan en los objetos cercanos, lo que alerta al animal de que algo existe en el agua.
Elementos de identificación:
La clave de una buena identificación es un proceso de eliminación. Para ello conviene hacer una lista de las características principales de las ballenas, delfines o marsopas que encontremos en el mar. Una sola caracterísitica no suele bastar para una identificación positiva, de forma que lo mejor es observar el máximo número de caracterísiticas posibles antes de sacar una conclusión. La lista tiene 12 puntos:
- Tamaño
- Peculiaridades (colmillos del narval)
- Posición, forma y color de la aleta dorsal
- Forma del cuerpo y de la cabeza
- Color y marca
- Rasgos del soplo (en las especies grandes)
- Forma y marca de la aleta caudal
- Comportamiento y secuencia de inmersión
- Respiración y otras actividades
- Número de animales observados
- Hábitat principal (costero, fluvial, etc.)
- Localización geográfica
